Un hecho que ocurre mucho en los niños, es cuando se les da el biberón o el chupete, mojando la tetina de los mismos en azúcar, para que quieran tenerlo y estén relajados.
Una practica muy común, pero con unas consecuencias que pueden desencadenar graves problemas en la salud, como en este caso que hablamos de las «caries rampante», que tienen un efecto fulminante para los dientes de los niños, sobre todo entre los que tienen 4 y 8 años.
El efecto es producido porque al poner las tetinas tanto de los biberones como de los chupetes con azúcar, queda impregnado en los dientes dejando que las bacterias actúen tranquilamente. Además de provocar en los menores infecciones de garganta y abscesos en encías, a lo que se une problemas digestivos. Sumamos a que en los dientes de leche, se puede producir una desviación de los brotes dentales definitivos.
Por todo esto hay que intentar desde muy pequeños una higiene dental que comienzan a salir los primeros dientes y así convertirlo en una de sus rutinas desde que son pequeños.
